Grupos de crecimiento personal
“ A pesar de que hemos sido lanzados al mundo solos y debemos morir solos hay un profundo consuelo en la relación íntima con los compañeros de este viaje”. I.Yalom
El grupo como espacio para desarrollar nuestro potencial
Tempranamente, cuando niños, desarrollamos roles y estrategias de adaptación a nuestro entorno inmediato, ser el más simpático, el más callado, el más inteligente, el que más se enferma, el que llama la atención por todo… sin duda nos sirvieron y mucho, pero quizás hoy empobrecen nuestra espontaneidad y dificultan un verdadero encuentro con el otro.
De nuestro sano intercambio con el ambiente depende la propia salud mental y emocional y un lugar privilegiado donde ponernos a prueba como seres sociales es un grupo, un espacio seguro para desarrollar y probar actitudes nuevas con el fin de conocernos más.
En Clinica EOS creemos que un grupo cohesionado es un instrumento muy poderoso de cambio y maduración personal. El potencial de la interacción de dentro de un grupo permite entre otra cosas, deshacernos de conductas repetitivas aprendidas en la familia.
Formar parte de un espacio terapéutico grupal es una experiencia única, que pone de manifiesto lo aprendido y nos abre a la posibilidad de innovar en nuestra actitud ante ese encuentro. En ese sentido se pone da cuenta de nuestra capacidad y de nuestra dificultad de empatizar, de dar, de recibir y la correspondencia entre uno y otro. Por otro lado, el escuchar acontecimientos ajenos genera una vivencia que puede ser reparadora, porque en ese aspecto, nos da la certeza de pertenecer al género humano.
Reconocerse en el otro
Un compañero o compañera de grupo es un espejo en el que nos miramos y vemos lo que creemos que somos y lo que no. En ambos casos está bien que así sea, ya que nos permite reafirmarnos o ver nuevas opciones. Nos posibilita así, desarrollar empatía y soltura en el manejo de situaciones conflictivas, especialmente útil para personas que carecen de vínculos personales estrechos.
En este contexto terapéutico se abren posibilidades para el reconocimiento y la responsabilidad última por los propios actos. También hacia la madurez, el interesarse por el otro y el compartir. Dicho de otro modo vivir experiencias: alegrías, dolor, ansiedad, reflexiones…
La vivencia de observarnos a nosotros mismos desde una perspectiva ajena, hace reflexionar sobre cómo se ve a uno renovado, sin las etiquetas de siempre, sino tal cual puede ser en este momento.
Así pues, se otorga la posibilidad de expresarse clara, congruente y asertivamente ante un grupo de personas. Manifestando con sinceridad, valentía, franqueza y con miedo, angustia y vergüenza, nuestras emociones. Todo un entrenamiento para la vida pero con la confianza de poder experimentarlo en un entorno seguro. Aprendiendo por contraste y espejo sentimientos de afecto, semejanza y lealtad que son sin duda la mejor cosecha de un proceso de crecimiento personal en grupo.
¿Para qué son útiles los grupos de crecimiento personal?
- Para lograr una mejora en la calidad de vida.
- Para alcanzar un grado mayor de conocimiento de uno mismo.
- Para disfrutar de una vida más plena.
- Para comprender circunstancias personales.
- Para encontrar un nuevo enfoque con el cual sentirse más pleno.
- Para experimentar nuevas posibilidades.